10:20 p. m. Comment2 Comments

La nuestra fue una historia extraña que solo tú y yo comprendimos a cabalidad. Tú y yo lo fuimos todo: mejores amigos, peores enemigos, amantes, marido y mujer, compañeros de viaje y hasta desconocidos. A veces creo que tú y yo nos fundimos en uno porque las últimas veces que me tocaste sentí como si yo misma me estuviera tocando. Raro, ¿verdad?

Pero hasta nuestra historia que parecía sin fin, tenía que pasar. Después de 15 años de idas y venidas no puedo quedarme en nuestro círculo vicioso-virtuoso y he tenido que decirte adiós. No soy ningún personaje de García Márquez que pueda esperarte por siempre. Nunca tuve paciencia, pero contigo he tenido paciencia de santa, pero ésta se acabó. Muchos pensarán, "¡ya era hora!". Yo solo pienso que terminó cuando tenía que terminar, no antes no después. No me arrepiento de ningún momento vivido contigo, ni siquiera de los peores y más humillantes, porque fueron contigo y tú eres parte de mí... O al menos lo fuiste hasta hace dos días.

Decirte adiós ha sido la decisión más difícil que he tenido que tomar este año, y también la más triste. La última vez que nos vimos nos dimos el mejor de los besos (me encantó saber que tengo sabor). La última vez que hablamos fue por celular y me hiciste una de las tuyas, una de las que siempre te perdono, pero para bien o para mal ya no puedo seguir perdonándote. Me fui a dormir con la decisión tomada y tuve pesadillas toda la noche. Me levanté sintiéndome mal, resfriada. Siempre me enfermo cuando me peleo fuerte con alguien o termino una relación. Lo primero que hice fue escribirte un mail diciéndote adiós en todos los sentidos... Desfundiéndome de ti... Liberándome de ti, liberándote de mí. Bendita tecnología.

Sé que no me vas a contestar el mail porque te conozco como si te hubiera parido. Lo que probablemente va a pasar es que en unas dos semanas me llames por teléfono como si nada hubiera pasado, para ir al cine. Lo único que va a cambiar es que yo no te voy a contestar, no te voy a devolver la llamada y tú entenderás, porque si algo no eres, es bruto. Y tú también me dirás adiós (en tu mente) y seguirás viajando.

Yo ya inicié este viaje sin ti y confieso que me cuesta mucho. Pero las he pasado peores y he sobrevivido, por eso sé que esto también pasará y lo único que cambiará es que yo seré más fuerte que antes. Buen viaje A.

2 bla bla:

schatz67 dijo...

El adiós no es una simple despedida, es un ritual complejo luego del cual no volvemos (para bien o para mal)volver a ser los mismos.

Voy a poner Los Mareados,cantada por Mercedes Sosa.Asi me acuerdo también de mis adioses y de mis rituales.

Abrazo

DS

Baxcajay dijo...

y como puedo seguirte ponel boton de seguir pue locoman