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Iba a crear un nuevo blog con un nuevo seudónimo pero creo que este cuyo título es la frase que me mantiene en pie muchos de mis días (que emo sonó esto), está bien y estaba apenas nacido cuando lo abandoné hace un año. Así es, mi última entrada la escribí en mayo del 2009. Acabo de leer las seis entradas que escribí y a pesar de saber que todo pasa, me sorprendo de como algunas cosas pasaron, otras pasaron y regresaron y otras evolucionaron. Nada se quedó quieto.

Por ejemplo, A, mi mejor amigo/enemigo aún está en mi vida, pese a mi determinación. Volvió bajo pretexto de mi cumpleaños 2009, meses después de ese mail que como predije, nunca contestó. Nadie entiende nuestra relación ni siquiera nosotros. Pero tras pasar el año nuevo juntos en Nasca (idea de último momento), fingiendo que éramos una joven pareja recién casada, logro ver en él mucho más de aquel mejor amigo que tanto extrañaba. Nos divorciamos en el primer peaje de regreso a Lima y creo que somos la pareja divorciada mejor avenida del mundo. Gracias por no salir de mi vida A.

Los toy boys fueron expectorados definitivamente. Hicieron pobres intentos de contacto vía FaceBook y/o celular, pero ningún gesto significante que me hiciera pensar que merecían alguna oportunidad.

Además el 2009 me brindó la sorpresa de enamorarme ¡dos veces! Y muy seguido además, porque tras la desilusión del primero (era esquizofrénico, sí, solo a mí) leí que Isabel Allende recomendaba que si una se caía del caballo del amor debía volver a subirse inmediatamente. Y muy obediente yo, tuve un reencuentro con un ex de cuando yo era una criatura de 17 años (y él era un anciano de 23) y en primera cita nomás, él ya estaba planeando nuestra futura vida juntos. Al final me fue PÉSIMO con él y entiendo perfectamente porqué está divorciado. Al final creo que solo se quería vengar de todas las perradas que le hice a los 17 y no sabía nada de la vida. Este enamoramiento (y el previo también) fueron errores, pero he aprendido tanto de los dos. De ahora en adelante, un mínimo de tres semanas de citas hasta abrir mi corazón. Lo siento Isabel, a ese caballo no vuelvo a subirme así nomás, duele demasiado.

Corazón, mi hija planta, ¡sigue viva y hermosa! Pero como ahora es un pseudo-árbol, vive en mi casa. Ya no es una planta de escritorio (estoy tratando de sacarle un hijito pero con poco éxito creo). No queda ninguna de sus hojas rojas originales. Ahora es solo mía, mía, mía y eso me hace muy feliz porque su ex-padre, ese hombre que era tan bueno conmigo y a quien yo quise como a nadie vino a Lima a llenarme de juramentos de amor y nada me olía bien. Al final le descubrí tantas mentiras (gracias FaceBook) que pude botarlo definitivamente de mi vida y con mucha pena, como el gran estafador que es.

Pues sí, mi vida sentimental sigue siendo un desastre, pero esto también pasará, ¿verdad?

Y sino, ¿qué tanto? Prefiero sola o conmigo que mal acompañada. Pero conociéndome me esperan más cuentos de hadas, espero que con sapos-príncipes mejor elegidos.

Y una buena noticia: ¡Me compré mi depita! Es lindo, está totalmente habitable, me faltan algunos muebles, pero soy completamente visitable. Fue una buena decisión optar por el departamento en vez del auto. Mi carrito sigue leal y funcionante a pesar de unos cuantos choques y raspaduras. Cuando pueda lo voy a pintar bonito, pero allí tendré que bajar la velocidad de mis manejadas. Me encanta jugar a Meteoro y arrimar a los carros que me caen mal. Pero solo manejo así cuando voy sola, jamás llevaría a un copiloto y/o pasajero de esa manera. Manejo bien, solo que a veces tengo mis días y no ayuda que junto a mi nuevo estacionamiento, mi nuevo vecino tenga un MONSTER TRUCK (del doble de tamaño que mi carro sedan) que no me deja calcular nada y por no chocarlo raspo mi bebé con la columna. Perdón bebé, un día te voy a hacer un fashion emergency y quedarás re-buenmozo.

Amo mi nueva casita y mi nueva recién descubierta soledad/privacidad. Estoy aprendiendo los bemoles de ser un ama de casa (ya me quemé las manos con Pinesol, me ENCANTA la aspiradora y odio ver mis pelos por todas partes, ¿me estaré quedando calva?), y es más, que quede en actas que intenté llevar mi casa sola los primeros dos meses, pero creo haberme resignado a que la elfina doméstica que trabaja en casa de mis papás venga una vez a la semana... O a la quincena. Lo estoy pensando porque recién vino por primera vez este fin de semana.

Y es verdad: las relaciones familiares mejoran tremendamente cuando uno se va de casa. Ahora me EXTRAÑAN (¡ja! yo les dije que pasaría), ahora me preparan tappers de comida para que no muera de inanición y traiga lonchera al trabajo. Cuando vivía en la casa paterna no me dejaban ni restos.

También descubrí que es feo enfermarte y vivir sola... Nadie te hace sopita de pollo o pasa por tu cuarto para ver si estás cómoda y necesitas algo. Ni modo.

D, mi mejor amigo del colegio me volvió a escribir y se volvió a desaparecer, a pesar de prometer solemnemente no hacerlo. Pero otras personas importantes re-aparecieron y ahora ocupan una parte importante de mi vida, como las princesas Lu y Gl. Y otras nunca se fueron como mi mejor amiga, la Sachis, que siempre es ella pero siempre es diferente y yo la quiero por eso y mucho más.

Otras personas desaparecieron (para siempre, espero) porque decidí hacer una poda de personas, cortar con toda persona tóxica. Lamento si fuiste una de ellas, NO, en realidad no lo lamento. Estoy mejor con menos AMIGOS pero amigos de verdad.

Y bueno, creo que a pesar de haber hecho una gran catarsis aquí me sorprendería que alguien me lea, porque no estoy en ningún directorio. Yo fui bloguera cuando solo habían cien blogs y miles de lectores. Hoy, ¿quién no tiene o ha tenido un(os) blog(s)? Pero no me importa. La verdad nunca me importó, ni cuando era una blog-star (jaja). Gracias teclado por dejarme escapar un rato de la realidad del trabajo sin dejar de aparentar que trabajo afanosamente. Y queda solo una hora antes de la salida... Quizá sea hora de trabajar. Y así, esta hora también pasará.